miércoles, 31 de diciembre de 2008

No dudaría...

La gente comienza a recoger. Se hace balance, se echa el cierre.

En la prensa hay suplementos especiales estos días.
Las noticias en TV abren con resúmenes del año y como si de un album histórico se tratara sacan las mejores imágenes de estos 12 meses en política, deporte, economía o sociedad.

Los comercios con sus luces, cambian el 8 por el 9 y miran de reojo a las rebajas; el año es lo de menos, la crisis no es tal crisis, o eso parece con la amnesia de Navidad.

Al mismo tiempo, los niños, que no saben de noticias ni entienden de guerras entre palestinos o israelitas, pasan por delante de los comercios y cuando llegan a sus casas reescriben sus cartas de Reyes Magos, no vaya a ser, que por un tachón o por no estar bien coloreada, sus Majestades vuelvan a equivocarse y traigan otra vez Colonia y Calcetines.

Yo dejé las Cartas hace algunos años. Dejé de ser un niño, o eso creo, no hace tanto tiempo.

Ahora, cuando todo el mundo mira al 2009 con el temor de no saber lo que vendrá, me encuentro intentando quedarme con el mejor momento de mi año, intentando pedirle algo al que vendrá.

El espacio en blanco, no es tiempo ni silencio. Lo blanco es la duda.

La duda de quedarme con un solo momento, duda de pedirle algo al nuevo año. Será que he perdido la práctica de las cartas destinadas a Oriente que ahora se me olvidó como se pedía...

No lo tengo claro o no estoy acostumbrado a pedir para mí, pero si me tuviera que quedar con algo sería con la gente que me rodea. Con ellas, con todos, sé que lo demás vendrá de la mano, sé que los lugares vendrán con ellos, sé que los momentos los traes Tú. Con la gente, lo demás es secundario. Contigo da igual que sea Enero, Abril, Julio o Noviembre.

Mi carta en 2008 sólo llevará una línea:

"Gracias por estos 365 días. Año Nuevo, Misma Vida..."

Lo tengo claro...
... No dudaría.


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