sábado, 11 de julio de 2009

Al lugar donde has sido Feliz...

... No debieras tratar de volver.























Al menos eso dice la canción; al menos esa son las razones del maestro Sabina. Pero, ¿Y Tú?, ¿Piensas que la felicidad se extingue en esos rincones? ¿Tienes miedo a volver y ver que todo ha cambiado?

Volver... tan sólo pronunciarlo ya da miedo. Mirar atrás, es cosa de valientes.

No sé por qué razón soy de los que se empeñan en regresar para buscarme de nuevo, volver a esos lugares para reinventarme, para darme cuenta de que nada ha cambiado. Tengo esa manía persecutoria de supervisar aquellos rincones donde mi vida tuvo sentido, vuelvo a ellos para recuperar todo eso que alguna vez me llenaron por completo.

El anhelo me puede, la nostalgia es más poderosa que la razón y la necesidad de reencontrarme conmigo mismo hace que vuelva a esos lugares con cierta sensación de ser un Peter Pan que sigue buscando ese Nunca Jamás mientras se agarra al último clavo ardiendo.

Por un motivo u otro siempre vuelvo. Mi soñar es mayor que cualquier lógica, es el más poderoso de todos los deseos. Muchas veces he vuelto para ver si todo había cambiado, y otras simplemente he pasado mirando de reojo. El miedo a veces no me ha dejado levantar la cabeza y me ha hecho pasar de largo...

Aunque esta vez no tuve tanto que ver sino que fue el destino, o Dios, el que me hizo regresar, para tener la suerte de que todo volviera a tener sentido.

En plena sierra de Córdoba mi mundo se ha llenado de momentos y los momentos se han llenado de personas. 160 culpables que han vuelto a dar sentido a un lugar y me han hecho comprender el significado de la felicidad.

Desde una canción de llamada, pasando por una sonrisa, hasta una caricia, una conversación, un abrazo o un beso. Desde un cántico entonado por todos hasta un rincón para reflexionar solos.
Desde una mirada cómplice hasta una fotografía juntos o incluso esa conversación en el autobus que supone un punto de inflexión en el día a día. Una lágrima, una oración, un ronquido o esa forma de compartir una escoba. Una cena juntos, una noche fuera de la habitación bajo un cielo de estrellas, compatir un cancionero o el regalo de una pulsera. En cada palma, en cada sevillana, en cada carrera, en el miedo a estar solos, en todas esas direcciones que nos llevamos apuntadas...

Porque es verdad que existe un lugar donde nacen hermanos, que aunque no llevan nuestra sangre están dispuestos a dar la vida por nosotros y darnos la oportunidad de vivir en mil sitios distintos de toda España, desde Extremadura hasta Canarias.

Cada una de las personas, cada uno de los momentos, cada uno de los días que hemos pasado.
Todo eso ha hecho posible que este regreso haya merecido la pena y vuelva a abrir los ojos antes las cosas que de verdad importan, porque...

... Al lugar donde has sido feliz, no debieras tratar de volver, si no es para quedarte....















Ahora que hemos vuelto a despedirnos lo único que pido es que la vida vuelva a reencontrarnos en ese mismo lugar, será señal de que el destino, o mi Dios, sigue estando por encima de toda lógica y manda sobre nuestros corazones.

Por si piensas volver, allí estaré.


PD.- La primera imagen es un cuadro del Romanticismo titulado "El caminante sobre el mar de nubes" del autor alemán Friedrich. La he traído aquí porque era la portada del libro de filosofía de bachillerato y creo que no sólo me atrae por su simbolismo sino porque no hay lugar que se recuerde la gente con mayor nostalgia que esa juventud.

PD2.- Me alegrea mucho saber que mis palabras pueden llegar a convertirse en el mejor momento del día.

2 comentarios:

Inma dijo...

tambien fui feliz alli, lo único q no pude volver xq mi dios me envió a otro lugar del mundo, un lugar donde la felicidad tambien a sido plena y compartida con vosotros... Ojalá el tiempo nos reuna en uno de los lugares donde fuimos felices muchos momentos

Carlos Martín dijo...

Nuestro Dios moverá los hilos para que los caminos vuelvan a unirse ;) porque lo mejor sigue estando por llegar