martes, 11 de mayo de 2010

Avería y Redención

Hay semanas en las que me levanto de la cama con el disfraz de talibán sin apenas una arruga.
No me preguntes por qué que no me sale; pero esos días tengo unas ganas locas de coger un billete con destino inmolarme.

Mi mundo pide a gritos un salir volando con parada en empezar de cero. Estoy lleno de ganas de mostrarte que cuando digo que "estoy loco por marcharme" no lo hago con la boca pequeña. No te miento con lo de "nada me ata", que si me lo pides me voy detrás tuya sin hacer la maleta.

Necesito otras caras y otra forma de dar los buenos días. Necesito una sonrisa nueva al escuchar esa broma que te sabes de memoria pero quizás por tratarse de dientes y cocodrilos siempre acabas olvidando.

Necesito un mirarme de reojo si me ves por el pasillo y un qué estará tramando cuando me ves callado. Me muero de ganas de que disimules y de pronto no te quede más remedio que retar a la ciudad y a sus farolas.

Necesito de Lunes a Domingo ser un hombre invisible y que mi boca pase desapercibida. Un rincón donde no exista nadie que tenga como Hobby bucear entre las líneas que dan vida a mis tablones.

Necesitan nuevo hogar estos pies que tantas casas han buscado.
Necesito encontrar el lugar para dejar ese vicio del miremos atrás.

Aquí sólo he dejado mis botellas vacías. Qué más da un "volvamos a empezar".

Mi aire se convierte en malos vientos. Demasiado viciado; y me jode moverme en él como pez en el agua. No existe consuelo más barato que el de la conciencia tranquila a la mañana siguiente, esa que me lleva a autoperdonarme los pecados.

La misma conciencia que a golpe de página pasada me lleva a la 1036 para encontrar su definición....

Mi mundo busca la Redención y tan sólo me hallo con su profunda avería.

Quizás mañana, volvamos a empezar....

4 comentarios:

Luna dijo...

Bellisimo...

Quizá mañana volvamos a empezar...

Te seguire leyendo, grato descubrimiento, un besote

Carlos Martín dijo...

Gracias por llegar a todos los rincones.

Bienvenida, esta es tu casa

Anónimo dijo...

Sabes descifrar con cada palabra, cada situación sin sentido...
Ánimo! Besos

Carlos Martín dijo...

Muchas gracias anónimo por tu comentario. Es un placer saber que hay gente que valora este tipo de situaciones.

Un beso