viernes, 20 de noviembre de 2009

Palabra de Vilas


Nunca estuve cerca de un poeta. Siempre los imaginé en cuartos oscuros, con ceniceros llenos de ceniza, bebiendo café con Whisky o Whisky sin café, y llenando de versos las hojas en blanco. Pero para todo hay una primera vez y tenía la oportunidad de encontrarme con uno, un encuentro que desmontó muchos de mis esquemas y me demostró que los poetas son seres humanos. Para ser la primera vez ha merecido la pena.

El escenario, la Facultad de Comunicación, los personajes, Manuel Vilas frente Carlos Martín, el decorado, más de 200 alumnos a nuestro alrededor.

Yo, como siempre, llegando tarde y poniendo en práctica la estrategia de cruzar la puerta y agachar la cabeza. Aunque esta vez una voz se me clavó en la espalda...

"Me pasa siempre, y duele, y confunde. Debe ser algo relacionado con la desesperación de vivir. Si estoy en Barcelona, me gustaría estar en Madrid.

Si estoy en Zaragoza, me gustaría estar en La Coruña. Si estoy en La Coruña, me gustaría estar en la cima del Aneto, comiendo setas venenosas bajo el cielo helado. Si voy al cine, en mitad de la película me entran unas ganas revolucionarias de estar en mi casa viendo la televisión. Si estoy sentado en el sofá viendo la televisión, me gustaría estar muerto y enterrado en el cementerio, contando los días que faltasen para la resurrección de la carne.

Todo me persigue, ciudades, cines, casas, cementerios. Si estoy con amigos, preferiría estar con amigas. Si estoy con amigas, me gustaría estar con enemigas. Si estoy con enemigas, me gustaría estar en casa durmiendo la siesta. Si me compro unos zapatos con cordones, en que salgo de la tienda y ando por la calle empiezo a envidiar a todos aquellos que llevan zapatos sin cordones. Y también me pasa con las camisas, las cazadoras, los pijamas, y las sandalias en el verano. Y también con las vidas: Si me pienso abogado, preferiría ser médico. Si médico, sacerdote. Si sacerdote, hombre casado y con siete hijos. Si casado, soltero. Si soltero, viudo muy apenado. Si viudo, monje. Si monje, matador de toros. Estés donde estés, no has acertado por completo. Siempre hay algo más barato y mejor por ahí. Siempre hay vistas desconocidas en el acantilado de la vida. Me está matando esto de vivir una sola vida. La gran muerte de vivir en una sola forma."

Pensé que hablaba de mí, le dije a Vilas con la mirada mientras me sentaba. Él me respondió con un quizás mientras pasaba las páginas buscando otro poema.

Al fín y al cabo, tan sólo era poesía y estas son las cosas que se dicen los poetas.

PD.- El poema citado se titula "El inmaduro" y pertenece al libro "Resurrección" de Manuel Vilas. He añadido su blog (http://manuelvilas.blogspot.com/) a la lista de direcciones de esta amnesia en el paladar.

PD2.- He mentido en este post. En mi vida he estado cerca de dos poetas. Una vez paseé tras Sabina por Rota, la otra fue crecer junto a los versos de mi Abuelo. Ellos han sido mi modelo en esto de las letras. Poetas de los pies a la cabeza.

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