"Gracias a Dios noches buenas he tenido muchas este año".
Esa frase decoraba la cabecera de mi muro en Facebook, mi tablón de Tuenti, e incluso mi nick de Messenger cada 24 de diciembre. Por las referencias puede comprobarse que ha sido algo que se ha estirado en el tiempo acompañando al que escribe desde épocas en las que ni el Papa era un argentino que miraba a La Habana desde el Vaticano, ni el bipartidismo español se tambaleaba por una coleta, ni el Sevilla FC exponía plata al por mayor en sus vitrinas.
Esa frase, a modo de pasaporte para este día, tiene las hojas caducas por el paso del tiempo. Serán los años, la mala salud de hierro, esta amnesia de vida o las penas con pan. Lo que está claro es que hoy ya no sale brindar por esas noches en las que nos comíamos el mundo. Ahora vivimos de día y sólo pedimos que la mierda no nos llegue hasta los ojos.
Será que también lloro. Será que no te encuentras. Será que es Navidad.
Pd.- Ahora que la mierda ya me llega hasta los ojos, tema de Espaldamaceta perteneciente a la Banda Sonora de Carmina y Amén, película del director sevillano Paco León.
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