En un país con 4,9 millones de parados, una democracia cogida con alfileres y una economía sumergida en plena crisis, van los futbolistas y se ponen a llorar.
Hablamos del loco siglo XXI, en el que la sociedad depende de las piernas de unos cuantos, ésos que a la hora de empezar la liga paralizan el negocio por su difícil situación.
Malditos aquellos que se llenaban la boca con la mejor liga del mundo. ¿Y ahora dónde os escondéis?
Odio eterno al fútbol moderno.
Pd.- Viñeta publicada por Mingote en ABC, el 22 de mayo de 2011
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