El murciélago, entonces, se preguntó:
- ¿Y yo, al lado de quién pelearé? Porque yo soy ratón y al mismo tiempo soy ave; por eso yo no sé al lado de quién voy a ir. ¡Ah!, ya sé, voy a actuar de esta manera: cuando yo vea que las aves están venciendo a los animales terrestres, me voy al lado de las aves; cuando vea que los animales terrestres son los que están venciendo, me voy al lado de ellos.
Y así lo hizo el viejo murciélago. Cuando vieron lo que hacía, lo llamaron ambas partes y le dijeron:
- Define el lado en el que vas a estar, porque lo que tú haces no está bien. Tú a cada rato te estás cambiando de bando, al lado del que ves que está ganando; eso no está bien, te debes definir por uno solo, gane o pierda.
Dijo entonces el viejo murciélago.
- Bien, pues yo me quedo en medio.
- Perfecto. Dijeron ambos bandos.
Comenzó la batalla, y el viejo murciélago, que estaba en medio de los dos ejércitos, fue aplastado y murió.
Por eso, la persona que juega dos papeles estará siempre en lo más carcomido de un hilo que pende sobre la boca de la muerte.
Pd.- Cuento titulado "El murciélago" perteneciente a Cuentos Mayas, de Domingo Dzul. Breves relatos escritos en castellano y en su lengua original para seguir defendiendo y difundiendo la tradición maya de padres a hijos. Andar hacia el futuro sin olvidar de dónde venimos.
Pd2.- Fotografía, tomada por la periodista Raquel Álex, en el mercado de Cuetzalan (Puebla, México). Señoras vendedoras que hacen de narradoras mientras que viven fieles a sus costumbres. Mañana, serán ellas las protagonistas de los cuentos del lugar.
Pd3.- Espero que ningún murciélago se sienta ofendido por compararlo con personas.
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