Dices que tienes corazón, y sólo lo dices porque sientes sus latidos.
Eso no es corazón...; es una máquina, que, al compás que se mueve, hace ruido.
Gustavo Adolfo Bécquer
Pd.- Cada noche, antes de ir dormir, me tumbo y me tapo los oídos. Es así, después de todo el día, cuando escucho lo que dicen los latidos. Sístole y diástole, no se pueden quejar. Estamos mucho más que vivos.
1 comentario:
Perfecto
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