¡Pobre asno! ¡Tan bueno, tan noble, tan agudo como eres! Irónicamente... ¿Por qué? ¿Ni una descripción seria mereces, tú, cuya descripción cierta sería un cuento de primavera? ¡Si al hombre que es bueno debieran decirle asno! ¡Si al asno que es malo debieran decirle hombre! Irónicamente... De ti, tan intelectual, amigo del viejo y del niño, del arroyo y de la mariposa, del sol y del perro, de la flor y de la luna, paciente y reflexivo, melancólico y amable, Marco Aurelio de los prados...
Platero, que sin duda comprende, me mira fijamente con sus ojazos lucientes, de una blanda dureza, en los que el sol brilla, pequeñito y chispeante, en un breve y convexo firmamento verdinegro. ¡Ay! ¡Si su peluda cabezota idílica supiera que yo le hago justicia, que yo soy mejor que esos hombres que escriben Diccionarios, casi tan bueno como él !
Y he puesto al margen del libro: Asnografía, sentido figurado: Se debe decir, con ironía, ¡claro está!, por descripción del hombre imbécil que escribe Diccionarios."
Pd.- Fragmento perteneciente al capítulo 51 de esta obra de Juan Ramón Jiménez, dedicado a todos los estudiantes del mundo que viven ahora en época de exámenes. Mucha suerte.
Pd2.- Recuerdo hace unos años cuando mi abuela me decía que estudiara para no ser un "borriquillo" en esta vida. Espero que se alegre, este burrito del sur ha puesto punto final a su experiencia universitara al otro lado del charco con un buen sabor de boca. No sólo hubo cocos y palmeras, yo vine a Cancún a estudiar.
2 comentarios:
en lo q tu te has convertido es en un burrito sabanero... =)
Me has arrancado una sonrisa con tu comentario. Yo burrito sabanero, tú borriquilla de hospital
Publicar un comentario