lunes, 12 de noviembre de 2012

Como un funambilista con trapecio nuevo

Siempre escuché que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y para decir verdad, me parece que esa frase no suele hacer justicia con el resto de virtudes. Es cierto que en ocasiones vivimos como okupas en un nido de fallos, pero siempre somos capaces de levantarnos tras la caída sintiendo que mañana todo será diferente.

Admiro a todos los construyen ciudades tras las guerras, a los que tras un huracán plantan escuelas sobre campos de escombros, a todos los que pierden la cabeza tras decir esa mentira piadosa de "nunca más volveré a enamorarme". Hay un instante en el que cerramos los ojos y pensamos que en nuestra moneda nunca nos saldrá la cruz.

Ahí me encuentro, justo en ese momento, sin cicatrices ni golpes, cayendo de pie y huérfano de tormentas, balas o desamores. Como un funambilista buscando un trapecio nuevo, con ganas de reinventarme, subirme un poco más alto y luchar por aguantar el equilibrio hasta el próximo vuelo.

Simplemente ha llegado el momento de volver a empezar. Gracias por hacer de red a esta amnesia en el paladar.


Pd.- Imagen perteneciente al blog Vivo en bajito para este punto de inflexión con una lista cargada de prioridades y cosas pendientes. Perdí las ganas de escribir al juntar letras para la "calle". Ojalá de esta forma pueda recuperar este rincón. Propósito número 1: Amnesia por devoción. 

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